RAP

ÚLTIMA PARADA


Los últimos, pero no los menos importantes


El último viaje, no se ha podido realizar en tren, ya que el destino estaba al otro lado del ‘charco’. Por comodidad, los jóvenes han decidido viajar en avión. De la mano del piloto Daniel Bueno, y su copiloto Lorena Doménech, los pasajeros han puesto rumbo a las Américas.

Lorena Doménech, Daniel Bueno, Noemí Casquet y Alberto Frost

Durante el viaje, Daniel Bueno ha sido el primero en tomar la palabra y en explicar en qué consistía el viaje. Esa aventura giraría entorno a un proyecto cuyo piloto y copiloto habían ideado, titulado RAP (Rap, Aventura y Periodismo), partiendo de Buenos Aires hasta llegar a Nueva York. 

El piloto ha arrancado su discurso, mientras el avión despegaba, para presentar lo que sería propiamente su proyecto. De hecho, primeramente, ha querido dejar claro que su proyecto no tenía como principal iniciativa hablar de rap, sino que el rap; para él, a parte de ser importante en su vida, sería la fuente de financiación del proyecto. La copiloto explicaba el ‘planning’ del viaje: este era vivir un mes en cada país. Viviendo. Contando historias

Lorena Doménech y Daniel Bueno


Sin embargo, han pasado cuatro meses, y en el segundo país, el avión ha puesto rumbo de nuevo a Barcelona, ya que se dieron cuenta que eso era inviable. Daniel ha declarado que su proyecto, por cómo estaba ideado, era un ‘desastre’.

Después del desastre, los pilotos ya en Barcelona, decepcionados por el fracaso del proyecto, se pusieron a darle vueltas al asunto.


“Lo que es un desastre de proyecto se convierte en la verdadera fuerza motora de todo lo que hacemos a partir de ese día” 

El piloto ha recordado una de sus reflexiones de cuando él iba a la facultad, justamente cuando en su primer año de periodismo: “lo único importante es ser feliz, ser felices haciendo lo que queremos hacer. ¿Qué más motivación se necesita?” Cuando el proyecto entró en crisis, consideraron que el error se halló en el planteamiento inicial. Ante eso, han tenido que reconducir el proyecto, además de combatir a los miedos que se podían llegar a originar el querer sacar adelante un sueño.


Un estilo de vida

Cuando ambos pilotos se han dado cuenta del error y que todo empezaba a funcionar, han considerado que eso ya no era un proyecto, sino un estilo de vida. Pretendían ver el periodismo con honestidad y subjetividad. Al fin y al cabo, todo acababa siendo “un compromiso contigo mismo.”

Cuando Lorena, la copiloto, ha tomado la palabra, ha querido expresar que, más allá de explicar todo lo que habían visitado, lanzarse a por el sueño que tenían fue lo mejor que hicieron. Y, una vez más, ha vuelto a recalcar el fallo que cometieron a la hora de darle forma.


“Lo que partía como un proyecto era la forma en la que querían entender el periodismo”

A partir de ese momento, quedaron con los aventureros que un día se reunirían otra vez, y hablarían de lo que finalmente sucedió. Ese día, es hoy, en la Aula Magna, los dos pilotos frente a los aventureros. Los dos protagonistas les han contado que después del fracaso, canalizaron ciertas inquietudes, y que quisieron aislarse en un pueblo desconocido de Bolivia con el fin de huir de lo conocido, de lo turístico y de la inmediatez.


Los ponentes de RAP

Los ponentes han expresado que estaba bien ser críticos y detectar aquellas cosas que no te gustaban de los medios de comunicación, pero una vez te habías dado cuenta de aquello, era importante no quedarse con esa decepción, porque sino te quedabas estancado. Tenían el deseo de convertir todas sus “frustraciones en satisfacciones” y hacer el periodismo que echaban en falta en los medios. 


“Hacer lo que haces independientemente de lo que hagan los demás”.

Doménech, la copiloto, ha contado la anécdota que se halló en esa situación cuando se encontraba en el centro de Buenos Aires y vio que en una manifestación por “Tierra, Mar y Trabajo” eran los únicos que entrevistaban a aquellos que pedían no morirse de hambre.

Daniel expresó que en casos como esos, son las historias las que te encuentran a ti. Esa historia les cambió la vida. Lo cierto es que tienen el “compromiso moral” de volver a esa región y de contar esa historia que les encontró a ellos. 

Ante esa situación, ellos quieren apostar por un “periodismo lento”. No creen en la caducidad de los productos, no solo se fijan en el contenido, sino también en el tema literario; en cómo está escrito, quieren generar diálogo. Y del mismo modo, echan en falta causas y consecuencias; no se quieren limitar en explicar algo que se han encontrado, sino indagar, explicar y contextualizar. Para los periodistas, es mejor desvincularse de lo típico. Quieren convivir con las personas que van a entrevistar, saber a qué hora van a trabajar, a qué hora vuelven, si son felices o no. Que todo sea más que una conversación. En cuanto a los perfiles, quieren que sean lo menos caricatura posible.


Respeto, Aventura, Pasión

Por otra parte, consideran el Respeto como parte fundamental de la vida del ser humano más allá del periodismo.Se debe tener respeto por nosotros mismos y con los demás. Del mismo modo, la Aventura en el sentido de ser flexibles, dejarte sorprender, “viajar con un folio en blanco”. Sin billete de vuelta. Y por último, hacer lo que te guste con Pasión, no pensar en los triunfos o fracasos, sino que cada una de las vivencias es un aprendizaje.